Un dato, eso de lo que tanto se habla, no es más que una representación simbólica de una realidad en un ordenador. Pueden reflejar desde el precio de un producto, hasta el número de clientes o una conversación mantenida entre dos personas. En los últimos años, fruto de la digitalización creciente de la sociedad y del abaratamiento del coste de almacenarlos, estas representaciones simbólicas han crecido enormemente. En ese momento de la historia, se acuña el término Big Data para referirse a esta era en la que tenemos muchos datos.
Hasta aquí nada nuevo. Es más, si he titulado a este artículo como “Concretando el valor del dato”, estaréis expectantes de leer algo que vaya más allá del eterno generalismo que dice que “los datos son el nuevo petróleo”. Y sí, quizás podamos cumplir tus expectativas, porque yo también llevo un tiempo haciéndome esa pregunta. Sobre todo, porque son muchas las empresas que se hacen preguntas como: ¿qué significa que los datos tienen valor?; ¿de qué forma se monetizan los datos que tengo?; ¿cómo puedo saber si mi organización está tomando ventajas competitivas al respecto?; etc. Vamos a ver si podemos poner algo más de claridad en todo ello.
Los datos, pronto empezarán a activarse en los balances de situación de una organización. Es decir, las reglas contables internas y externas, reflejarán el valor que tienen y lo que aportan a una organización para poder generar un mayor rendimiento. Por otro lado, el concepto de valor de un activo, refleja la expectativa de obtener beneficios futuros. Esto es, a priori, cualquier proyecto de datos que se realice debe impactar positivamente en los resultados futuros de una organización. Por ejemplo, mayores beneficios, menores costes, mejora de la calidad de un servicio, etc.
Naturalmente estoy en todo momento hablando del valor de los datos digitales. Sí, sé que habrá empresas que tendrán muchos datos en papeles o documentos físicos. Pero pronto lo digitalizarán, porque las tecnologías para hacerlo cada vez son más potentes y precisas. Y, segundo, porque solo se puede automatizar aquello que está digitalizado. Por lo que tan pronto la sociedad avance hacia ver la utilidad de la automatización de procesos (que cada vez es mayor), los registros físicos pasarán a la historia. La sociedad digitalizada avanzará de manera inexorable.
Microsoft, Amazon, Apple, Alphabet (Google), Facebook, Alibaba y Tencent son siete empresas que de una forma u otra, apalancan su valor en tecnologías digitales y en los datos. Son siete de las diez empresas de mayor valor bursátil del planeta. Que estén ahí refleja una realidad anteriormente descrita: tienen unos datos muy buenos en el centro de su actividad. Su primer paso fue diseñar organizaciones que recogieran datos perfectos, que les permitiera hacer cosas de manera diferente a como otras empresas que también venden o producen, lo hacen.
Todas estas empresas tienen una característica que nos permite dar respuesta a la pregunta con la que arrancábamos. Sus datos son líquidos. Una medida universal para entender el concepto de valor es la liquidez. Esta se describe por la capacidad de convertir a dinero en efectivo un activo. Y aquí está la respuesta: un dato valdrá más o menos si es convertible a decisión. Al final una empresa se dedica a tomar decisiones, ya sea para ella misma, o para que un cliente la tome. Por lo tanto, la regla número uno del valor de un dato es la capacidad que tenga de traducirse a decisión.
Por ejemplo: ¿qué es mejor tener, los apellidos de un cliente o el precio que está dispuesto a pagar un producto? Claramente, lo segundo, porque implica prácticamente de manera inmediata dinero. Pensemos en Amazon: su página web es perfecta para entender el valor de sus datos. Solo nos pone delante nuestro productos o servicios que nos van a gustar (aunque
ni siquiera aún lo sepamos) y encima nos los ordena por interés de compra. Es más, dado que conoce nuestra sensibilidad a diferentes precios, también juega con mostrarnos unas determinadas ofertas o precios.
Debemos entender que Amazon vale 900.000 millones de dólares en bolsa (casi un trillón, sí) no tanto por las reglas financieras tradicionales de valoración de empresas, sino por la capacidad de convertir un dato en una decisión de un cliente. En este caso, la de compra. Un dato, que no solo le interesa a Amazon, sino que eventualmente le pudiera interesar a cualquier empresa que quiera vender cualquier cosa a esos clientes. Amazon en algún momento de la historia pudiera empezar a vender (si no lo hace ya) lo que nos gustaría comprar pero aún no lo hemos hecho (porque quizás ni siquiera nos lo imaginamos).
Optimizar una empresa punta a punta del proceso de toma de decisiones (compras, producción, almacenamiento, distribución, venta, cobros, administración, etc.) y disponer de las variables correctamente almacenadas permitirá a esa empresa alcanzar esos beneficios.
Les invito a buscar el servicio de atención al cliente de Facebook o Google. Prueben. Les va a costar encontrarlo. Básicamente, porque no han sido diseñadas para ello, porque son empresas de decisiones automáticas, donde la interacción humana se reduce a la mínima expresión. Que valgan tantos miles de millones en bolsa, nuevamente, no es azaroso.La regla número dos del valor de un dato es que tiene una ventaja que muchos otros activos (especialmente los físicos) no tienen: pueden ser utilizados al mismo tiempo por múltiples áreas de una empresa. De esta forma, optimiza múltiples decisiones al mismo tiempo. Y esto implica mucho más margen aún. Esto por ejemplo no pasa con una máquina de bombeo o un camión de distribución: solo lo puedo utilizar en una actividad al mismo tiempo. Esto es: el nivel de escalado que tienen los datos nunca jamás en la historia ningún otro activo lo había logrado.
Por lo tanto, concretando, son dos las reglas que describen por qué los datos valen tanto: ayudan a tomar decisiones y lo hacen a gran escala. Será difícil en los próximos años ver un activo que genera tanto virtuosismo, eficiencia y rendimiento en las empresas. Bienvenidos y bienvenidas a la era del dato. ¿Está tu empresa lista para ello?