La opinión de Rubén Armenteros, consultor del área Digital de Nexian
Llevamos años escuchando pestes sobre la obsolescencia programada, sobre todo en dispositivos electrónicos. Tengo la duda de si esto es verdad o los usuarios tenemos parte de culpa. En los últimos años he observado cómo tratan las personas a los dispositivos electrónicos y… ¡sorpresa! Pongo algún ejemplo:
-Hace sol y se pone el móvil a cargar al sol de manera que las baterías se sobrecalientan. Cambio de smartphone porque “la batería no le dura nah”.
-Los dispositivos “se caen” (¿ellos solos? ¿Cuántas veces has visto un smartphone con una pantalla rota?). Cuando los dispositivos se están transportando se llevan golpes y “no pasa nada”.
-Se cargan las baterías de los móviles cada día y durante toda la noche, aunque aún tengan batería. Las baterías de litio ya no tienen el “efecto memoria” pero se deterioran con el tiempo en función del número de cargas/descargas que acumulen.
-Nunca se abre un PC para limpiarlo por dentro y evitar que las ranuras del ventilador estén libres de polvo y refrigeren bien. Luego se sobrecalientan y van lentos… He visto ordenadores con polvo de dinosaurio.
-Ponemos un portátil en funcionamiento encima de una cama, una manta, un edredón o sobre nuestras piernas: al hundirse levemente el equipo por lo acolchado de estas superficies las ranuras del portátil se tapan y ya no refrigera adecuadamente.
-Las tapas de los portátiles se abren y se cierran con el ímpetu de Hulk, se rompen las bisagras o la webcam, que está cerca de la tapa y aguanta los golpes de nuestra furia verde.
Y no todo van a ser problemas físicos (hardware)… tampoco nos llevamos bien con los programas (software):
-El ordenador se traba o va lento: Se reinicia por la fuerza: Desenchufándolo de la corriente o quitando la batería. Incluso he visto al usuario dándole una patada al equipo. También se les insulta pero, al menos, esto no consigue romper nada.
-Archivos acumulando espacio en disco. Mil versiones del mismo archivo, multiplicando el espacio utilizado en disco duro.
-Archivos temporales, cookies y caché web en nuestro navegador. Si no se ve no molesta…¿no?
-La carpeta descargas con archivos más antiguos que Jordi Hurtado.
-Ni siquiera tenemos antivirus.
-El escritorio lleno de iconos que cargan en cada arranque del equipo.
-Cuando iniciamos el ordenador tenemos 30 programas que arrancan junto al equipo, aunque no los utilicemos. El ordenador arranca lento ¿Por qué será?
-El portátil va lento, te vas a opciones de energía y está en modo de ahorro energético…
-Abro el navegador y tiene 5 barras de búsquedas adicionales a las de origen, todas necesarias claro.
-Los dispositivos no los actualiza ni el tato. Solamente se hace cuando la actualización no nos deja apagar o encender el equipo sin instalarla.
Hagamos un poco de autocrítica, la industria sólo tiene la culpa del 50% de la obsolescencia programada y el bendito ser humano, del resto