Ya comenzado el año 2020, con gran cantidad de reflexiones sobre las tendencias que vendrán, los retos que afrontaremos y los impactos que supondrán los constantes cambios tecnológicos y la innovación, si no aprendemos de las máquinas, volveremos a cruzarnos y quizá tropezar en las mismas piedras. Podemos aprender de ellas y aprovechar que la personalización del aprendizaje puede ayudar mucho en las estrategias para desarrollar nuevas competencias en las organizaciones.
En la mayoría de los algoritmos se deben tomar decisiones sobre qué alternativa seguir ante diferentes situaciones, y una vez ejecutada la instrucción, no hay cabida para más alternativas. Esto no sucede en las personas: aunque haya instrucciones organizacionales para ejecutar un plan de ruta digital, hay distintas alternativas de afrontamiento para ello. Las personas no se programan fácilmente.
Y es que los retos digitales, aunque para muchos es algo atractivo, motivante y retador, para muchas otras personas con las que nos encontramos en nuestros programas de formación, también es algo que suscita resistencia, bloqueo, negación, evitación… Podemos hablar de que se convierte en un elemento de estrés.
Con esto quiero llevar la atención a cómo enfrentamos los cambios los seres humanos. Pues apostar por la transformación digital implica afrontar un cambio.
En psicología, el afrontamiento puede definirse como un conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que la persona utiliza para gestionar demandas internas o externas que sean percibidas como excesivas para los recursos del individuo (Lazarus y Folkman 1984). Es una respuesta individual, adaptativa, que nos diferencia a cada uno en la manera de abordar una situación vista como difícil de afrontar. Y aquí se evidencian distintos comportamientos de adaptación y gestión de ese estresor.
Podemos comenzar hoy, reduciendo esa brecha, si no hemos encontrado la manera de afrontar el reto digital y apostar por nuestra capacitación y dominio de estos recursos y habilidades.
Comparto algunas alternativas de acuerdo con el planteamiento que resume las estrategias de afrontamiento en:
- Las estrategias centradas en el problema, y como solución, buscar e implementar tecnologías que hagan nuestro trabajo diario más fácil, buscar asesoramiento, formación y compartir lo aprendido.
- Las estrategias centradas en las emociones, revisar si tenemos tendencia a aproximarnos o a evitar las novedades en el ámbito digital y explorar nuevas perspectivas para gestionarlas.
- Las estrategias basadas en la evitación. En estos casos, asumir si aplazar el momento de aprender y gestionar eficientemente la nueva tecnología es nuestra verdadera elección.
En las organizaciones se avanza e invierte en distintas tecnologías y quizá, no somos del todo conscientes de cómo la IA ya nos guía en nuestros quehaceres diarios, profesionales e incluso en nuestras elecciones de futuro.
Si no tomamos nosotros esas decisiones de cómo afrontar estos cambios, se suele decir, puede que otros las tomen por nosotros.
Por todo ello, tengo la sensación de que aún podemos explorar nuevas oportunidades para avanzar, formarnos, aprender, investigar y mirar con otros ojos lo que trae la transformación digital. En el viaje a la transformación digital en el que estamos, podemos disfrutar de su utilización en el día a día y buscar la satisfacción en la era digital.