Podemos entender que el trabajo en equipo es la “capacidad para integrarse y colaborar de forma activa en la consecución de objetivos comunes con otras personas, áreas y organizaciones”. De acuerdo a esta definición, encontramos una perspectiva global, integradora y a su vez colaborativa que muestra cómo las personas que desarrollan unas funciones determinadas aúnan sus esfuerzos para lograr los objetivos establecidos en una organización.
Las empresas cambian sus procesos, sus métodos y evolucionan adaptándose a los nuevos retos que nos marca la sociedad, esto siempre ha sido así y deberá de seguir siendo así para todas aquellas organizaciones que quieran mantenerse en el mercado. Al igual que las empresas se adaptan a los cambios y fijan las estrategias y se establece la misión y la visión corporativas en pos de los objetivos, debemos de adaptar los equipos de trabajo y actualizar las herramientas para ser más eficientes, más rápidos y más competitivos.
El equipo es un todo, una sinergia de esfuerzos compartidos con una visión que logra superar los obstáculos para alcanzar metas que van más allá de lo puramente establecido y esto es algo que se va a mantener en el tiempo. Pero un equipo pierde efectividad si no posee los instrumentos necesarios y si, aun teniéndolos, no logramos que sean capaces de maximizar su utilización.
La transformación digital es un invitado que se ha sentado a nuestra mesa y ha venido para quedarse, para crecer con nosotros y para evolucionar haciendo que nuestra realidad sea más cómoda. Si somos capaces de entender la irrupción de la era digital como algo beneficioso conseguiremos que nuestra adaptación sea placentera y por ende la de nuestros equipos.
Hoy en día la localización de los trabajos ya no es puramente presencial, tenemos personas que desarrollan sus funciones en diferentes centros de trabajo y que cooperan en proyectos desde ubicaciones que llegan a estar muy distantes. La distribución de la información y la comunicación en sí ha tomado un aspecto totalmente nuevo en las organizaciones y los elementos que utilizamos para distribuir y compartir dicha información nos proporcionan una gran capacidad para gestionar nuestro tiempo y para optimizar nuestros recursos.
Los entornos colaborativos han conseguido que los equipos de trabajo tengan la posibilidad de obtener puntualmente información sobre el estado actual de los proyectos, las barreras que hemos de superar y los cambios que debemos de realizar para alcanzar los resultados. Este es tan sólo un simple ejemplo de lo que la transformación digital está facilitando para que las personas puedan trabajar optimizando recursos, esfuerzos y tiempo, pero la digitalización nos aporta muchas más herramientas como la posibilidad de obtener datos para tomar decisiones valorando con mayor certeza los riesgos.
Es cierto que la transformación digital ha llegado y debemos de ser conscientes de que todas las personas que se vayan incorporando a nuestros equipos de trabajo vendrán con un conocimiento preciso en la utilización de las herramientas que proporciona, por lo tanto también debemos de tener en cuenta que la adaptación de los equipos ha de realizarse desde una perspectiva integradora y facilitadora para que sigamos sumando sinergias y aumentando la efectividad en los procesos que nos darán los resultados esperados.
En definitiva, las personas seguiremos siendo lo más valioso que encontremos en una organización y tenemos la obligación de confeccionar y de gestionar equipos mediante la humanización de los entornos, del aprovechamiento y conocimiento máximo de las personas que forman los equipos, mediante los valores, añadiendo el ingrediente fundamental y necesario de las herramientas que nos aporte la digitalización para crecer y competir con los mejores equipos en los mejores escenarios.